sábado, 7 de junio de 2014

Contrato.

Y con esto se supone que me presento, abro el blog y os doy la bienvenida. Pues bien, no son palabras bonitas las que tengo para vosotros, no os voy a decir que escribo para que me leáis, que espero que disfrutéis con mi trabajo ni demás memeces.
Escribo y sostengo este blog para mí, nada más que para mí, para celebrar mi onanismo y sacudirme la necesidad de escupir un poco de mierda de vez en cuando, porque me apetece.

Mucha gente recurre al autoengaño, comienza a escribir pensando en los demás, para obtener reconocimiento. Eso podía tener valor hace unas cuantas décadas, hoy en día, con la cantidad de blogs que existen ¿quién se lo va a creer? Algunos alcanzarán algún éxito, enhorabuena, habéis tenido suerte, otros se consolarán pensando que un par de fieles marujas les siguen y les comentan. Otros lo dejan todo a medio hacer por no encontrar la motivación necesaria, por la falta de apoyo, porque no disfrutan escribiendo.

Pero yo escribo para mí, soy un egoísta y vosotros no sois mi público, sois mi vara de medir, sois la herramienta con la que voy a trabajar, los observadores que alteren la realidad de mis publicaciones.


En este blog vais a encontrar de todo y no todo va a tener un mínimo de calidad literaria, porque ese no es el objetivo, tampoco encontraréis información y actualidad periódica, pues no es el objetivo. Encontraréis un montón de mierda, pensamientos que me ronden, historias que se me ocurran, palabras que me invente y faltas de ortografía. Al que le interese y le guste eso, perfecto, tiene un problema y le aplaudo por ello, pero que no venga nadie a comerme la polla y tampoco a criticar lo que hago, aquí no hay rincón para la polémica, tú lees, yo escribo, punto.

Y hasta aquí por hoy.


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