viernes, 20 de junio de 2014

Reflexiones de un día cualquiera.

Hablando un poco del futuro, pensando en alto con un amigo, salieron algunas reflexiones. Hablamos de la corona, de política, de conspiraciones y un poco sobre el mundial, sí, el invento ese.
¿Qué salió a relucir? pues poca cosa, la verdad es que para ser temas a prior tan relevantes y con tanto que debatir, las conclusiones fueron escasas.

Por un lado tenemos a la corona, monárquicos demócratas por un lado, republicanos demócratas por el otro. Unos piden referéndum, los otros no, claro, esos ya tienen lo que creen querer. Y es tan absurdo como que todos ellos se autoproclaman demócratas, pero ojo, eso no se riñe con que te impongan al jefe de estado, la democracia puede estar ahí a pesar de lo que la gente quiera. Y los monárquicos se pasan la coherencia de su discurso por los cojones, si quieres un rey, quieres un rey, no un puto notario. ¡Coño, pedid un referéndum para ver si queremos rey o no! y si sale el sí ¡dadle los poderes que un rey se merece! Poder judicial, legislativo y ejecutivo separados... cuando te puedes ahorrar una pasta si se lo metes todo al rey. Y fuera políticos, total, si se elige democráticamente, el poder habrá salido del pueblo por una vez, del pueblo ara el rey, pero del pueblo. Además, que este que nos ha tocado, ha salido preparado, ojo, que no es moco de pavo, es una monarquía, te podía haber tocado la infanta Elena, iimagina que hubiese nacido varón, que suerte, un rey preparado.
Y esas son la conclusiones al respecto, un reinado democrático más con un rey que no será rey, pero que estará ahí igualmente, por la unidad de España.

La política, independencias varias, conflictos, casta, partidos emergentes... el chico de la coleta partiendo la pana, literalmente, ganando apoyo entre personas a las cuales jamás habría imaginado un voto semejante. No es oro todo lo que reluce, pero oye, mejor platino macizo que mierda bañada en 12 kilates, eso pienso yo, al menos.
Tengo curiosidad por ver a donde llega y si es capaz de ser coherente a su discurso, no al que tiene ahora, si no al que ha tenido antes de su salto a la fama y que todo esto sólo sea marketing para batirse con los grandes.

Respecto a las independencias... se ha hablado mucho últimamente a cerca de eso, que es la totalidad del pueblo español el que ha de decidir... por su puesto. Pongamos un paralelismo un poco bestia, un secuestro.
Al secuestrado se le presenta la posibilidad de votar su liberación, democráticamente, pero en el referéndum participan también los secuestradores, que son seis, seis contra uno. Pongamos que dos de ellos votan libertad, al igual que el secuestrado, cuatro contra tres, se queda preso ¿eso es democracia? regresamos al mismo punto que la monarquía, es curioso que diferente es la democracia según la impongan unos o la pinten otros. Si Catalunya quiere ser independiente bajo el mandato de Más... allá ellos, que voten y decidan, es lo justo, que saldrán de España para seguir en las mismas... cierto, será así, pero es su derecho.
¿Pero no hay a caso una solución sana para todos? Sí, las hay, las llaman utopías, es la forma de decirle a la gente que no toque los huevos, vivimos limitados en nuestra perspectiva, rodeados de fronteras, de líneas rojas y nos dicen que no se pueden rebasar, que no hay manera, que es imposible. Y nos inoculan la inacción. Se han realizado propuestas de estado, se han mencionado cambios de sistema que podrían contentar a la inmensa mayoría, pero la termodinámica nos obliga a creer, a creer como se cree en dios, que valemos lo que tenemos y que no hay nada más, sea cierto o no, nos instan a no intentar descubrirlo.

Y a modo de ocio, en el momento lúdico de esa charla, apareció el furbol, el dichoso furbol, deporte de masas, el opio del pueblo... como deporte tampoco tiene nada malo, la verdad, pero tiene demasiada pompa, demasiado dinero, demasiada influencia en ámbitos que se alejan por la perpendicular de lo que es el concepto del deporte. Brasil es un negocio, como lo es todo a esos niveles, no son niños jugando en la calle, haciendo amigos, creciendo... son familias hambrientas clamando por su selección, deseando evadirse con quimeras y mentiras que sus héroes de barro buscan ofrecerles para enaltecer su ego, para cobrar sus primas, para mejorar sus contratos de imagen, para su prestigio y su cartera. Ni uno ha tenido la decencia de quedarse en casa y no participar en un mundial corrupto, como todos, ninguno demanda todo aquello que tienen detrás y que bien conocen. No son cómplices, no son profesionales que hacen lo que les mandan, son parte de la culpa, la más grande. La culpa jamás la tiene la víctima, la víctima es la afición, que engañada, confía a esa gente las ilusiones que ellos jamás podrán cumplir, pensando en el mundo idílico que ven en sus sueños. Son forofos, masas alocadas y desvocadas que han perdido la capacidad de razonar la lógica de todo ese mundo y que actuarán con pasión y violencia, porque son humanos, porque son sencillos y porque sólo quieren tranquilidad, seguridad y alguna alegría. Ellos no son el sustento, lo son los futbolistas, esos que alimentan toda esa injusticia.
Salió Iniesta, él, tan diplomático, tan callado, tan sencillo... condiciones que no parecen reñirse con la hipocresía, la fama y las riquezas. Salió y comentó que no entendía que la gente en Brasil estuviese triste y protestando cuando iban a ser sede de un mundial, que eso era motivo de alegría. Cuando se reparta la riqueza, el mundo no esté en peligro de irse a la mierda y todos tengan libertad, salud, comida y felicidad, entonces habla de mundiales y de celebraciones, pero cuando esos eventos se dedican a empobrecer a la gente, cuando sirven para robar, mejor te callas. Y si eres un capullo al que le da igual todo eso que tú bien conoces y vas a perseguir tu puta fama, tus éxitos y tu dinero, ve, ve mientras te lo permitamos, pero no hagas sangre de la injusticia.
Con esa frase, con esa conclusión resumo todo el mundial y digo más, me alegro de que ese grupo se haya quedado fuera tan pronto, por bocazas y por insolidarios.

Pese a quien pese, duela a quien duela.

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